Casinos y salas de juego: Técnicas para apostar y... ¿ganar?

Son muchas las técnicas que existen y que, en teoría, garantizan el poder ganar dinero en un casino: la progresión de Guetting, la estrategia de Even Money, el método de repetición absoluta, apostar a mitad y docena, la progresión holandesa para ruleta, la progresión inversa de Labouchere, la estrategia de Wrangler, etcétera. Todos son métodos ampliamente probados y, os aseguro, que ninguno funciona, sino los casinos y salas de juego tendrían pérdidas. La estadística siempre está del lado de los casinos.

Seguro que muchos de los que hayáis leído la lista anterior de métodos para apostar y ganar en un casino, habéis echado en falta la estrategia más conocida de todas, la martingala. Este método de apuesta en juegos de azar consiste en doblar sucesivamente, en caso de pérdida, una apuesta inicial determinada. En el momento de ganar la apuesta, el proceso se iniciaría de nuevo. Así, por ejemplo, en el juego de la ruleta la martingala consistiría en apostar a rojo o negro (o a par o impar), empezaríamos apostando 1 euro a rojo, si ganamos obtendríamos un euro de ganancia, si perdemos apostaríamos 2 euros (2x1) de nuevo a rojo, si esta vez ganamos, obtendríamos una ganancia de un euro (4-(2+1)), si perdemos tendríamos que apostar 4 euros (2x2) para poder ganar un euro. Esta operación habría que repetirla hasta que nuestra apuesta resultase ganadora, es decir, deberíamos seguir apostando 8, 16, 32, 64, ... euros hasta que saliera un número rojo. Al final obtendremos como beneficio la primera cantidad apostada, en nuestro ejemplo, un euro.

Sin embargo, está demostrado que no existe un método seguro para ganar en los casinos. Por ejemplo, en el caso concreto de la ruleta, la martingala acaba fallando debido al hecho de que el apostante tiene un presupuesto finito y, por si fuera poco, la banca de los casinos suele poner un límite máximo a las apuestas. Además, debemos considerar que al jugar a la ruleta puede salir el número cero, por lo que la probabilidad de apostar y ganar jugando a rojo o negro es inferior a 0,5 (esperanza negativa).

Ni que decir tiene que la martingala se puede aplicar a las apuestas deportivas, por ejemplo, apostando sobre resultados de partidos de baloncesto, en los que sólo se pueden dar dos resultados, o gana un equipo, o gana el otro. En este caso la martingala se denomina teoría de Hawk y se basa en ir apostando sucesivamente, calculando la ganancia para terminar obteniendo el beneficio que habríamos obtenido si hubiéramos ganado en la primera apuesta. Como en la martingala, cada apuesta sucesiva será de más dinero, lo que nos puede llevar a la bancarrota.